lunes, 4 de julio de 2011

A Mi Querida Madre

Madre, tú que siempre me enseñaste lo bueno y lo dulce de todas las cosas, que no importando de que se tratarán, me lo hacías ver de la mejor manera dándome siempre el cariño que hasta hoy no he recibido de ninguna otra persona.
Madre, tu que siempre me ayudaste en mis problemas, buscando soluciones, aún sin conocerlos.
Madre, tu siempre estarás presente en todo lo que yo haga y hoy más que nunca, quiero desearte muchas bendiciones, no solo en tu día, sino en cada día de tu pesada vida, perdóname por creer que tengo el mundo a mis pies, cuando tu realmente te preocupas de lo poco o mucho que me pueda ocurrir.
Gracias, muchas gracias por aceptarme, tal y cual sin condición alguna

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